Las emociones reprimidas dañan el hígado

Las emociones reprimidas dañan el hígado. Hacernos amigos de nuestras emociones y permitirnos sentirlas también es clave para nuestro bienestar mental, emocional, físico y energético.

Las emociones reprimidas dañan el hígado

El hígado es uno de los órganos más importantes del cuerpo. No solo filtra y elimina deshechos, sino que, además neutraliza tóxicos, microbios, sustancias cancerígenas, etc. Hemos hablado en artículos anteriores de cómo la ingesta de toxinas (grasas saturadas, tabaco, alcohol, medicación, azúcares) colapsan este órgano. Pero también las emociones reprimidas dañan el hígado.

Hay emociones que están catalogadas como negativas: la rabia, la tristeza, el miedo y el dolor son algunas de ellas. Al percibirse como emociones tóxicas, son “mal vistas” en nuestra sociedad. Por ello, hemos adquirido el mal hábito de enterrarlas, de reprimirlas y de no expresarlas ni sentirlas. Sin embargo, y aunque pueda parecer extraño, ciertas zonas de nuestro cuerpo se tienen que hacer cargo de “asumir” esas emociones de las que estamos huyendo.

Las emociones reprimidas, o aquellas que “enterramos” porque no están bien vistas social y culturalmente, tienen un impacto directo sobre nuestro cuerpo. La ira, la rabia, el enfado y el rencor, entre otras, son emociones que, cuando no son asumidas por nosotros, su energía es soportada por el hígado, sobrecargándolo de trabajo.

Las emociones reprimidas se estancan en el hígado

Al reprimir las emociones, que son campos energéticos dentro de nuestro cuerpo, la expresión de esta energía se inhibe hacia afuera, dirigiéndose entonces hacia nuestro interior. Por ejemplo, cuando reprimimos la rabia, la tensión muscular en lugar de aparecer en los músculos orientados hacia el exterior, se carga en los músculos internos y las vísceras de la zona del plexo solar.

Toda esta energía emocional que inhibimos, con el tiempo, termina por expresarse en forma de dolor de espalda, enfermedades gástricas, dolor de cabeza y, como no, en enfermedades hepáticas.

«No hay emociones buenas ni malas. No hay emociones tóxicas. La toxicidad es producto de la represión de la emoción, no de la emoción en sí misma».

Montse Salmerón, CA

Una subida de tensión emocional

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El control emocional, tarde o temprano, nos hará caer.

Actualmente existen infinidad de técnicas para la gestión y el control emocional. Sin embargo, es literalmente imposible controlar las emociones puesto que, como hemos comentado anteriormente, son energía. Ese control es engañoso. El equilibrio que conseguimos es muy precario puesto que ese supuesto control empieza a desquebrajarse con el tiempo y esa energía emocional estancada y acumulada aparece de nuevo con mucha más intensidad. Así como después de un corte de luz se produce una subida de tensión. A todo esto, hay que sumarle que la frustración y la impotencia van a hacer acto de presencia “al parecernos que hemos fracasado en nuestro intento”. Y la frustación y la impotencia, si no son aceptadas y vividas, también impactan sobre nuestro hígado.

Este estrés emocional sostenido en el tiempo a causa de las emociones reprimidas afecta al hígado, siendo el responsable de distintas patologías hepáticas. El estrés emocional genera bloqueos en la actividad hepática y, en tal caso, se predispone a la congestión.  Y una cosa muy importante que debemos tener en cuenta es que: del correcto funcionamiento hepático depende nuestro organismo.

Barcelona Quiropractic: emociones y sistema nervioso

liberar las emociones reprimidas
El ajuste vertebral ayuda a que las emociones reprimidas sean liberadas.

Cuando una persona inicia el cuidado quiropráctico en nuestra consulta, aconsejamos que, una de las primeras cosas que haga sea una limpieza hepática. ¿Es casual? No, no lo es. La toxicidad hepática causa patologías, como hemos visto. Pero, además, el hígado requiere de un alto porcentaje de la energía de nuestro cuerpo cuando está colapsado debido a la toxicidad.
Hacer una limpieza hepática ayuda al hígado en su función de trasformación y eliminación de toxinas, siendo mucho más provechoso el beneficio que extraemos del ajuste vertebral.

Por otro lado, es muy común que, la carga emocional que ciertas personas sostienen, aflore en mitad del ajuste. Al desbloquearse el sistema nervioso, la energía estancada en ciertas zonas de nuestro cuerpo vuelve a fluir. Con ello, la decisión del sistema nervioso, para aliviar nuestro cuerpo y prevenir daños, es hacer que esa energía emocional estancada y, en muchos casos caducada, sea sentida y liberada en el mismo instante del ajuste.

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WEBGRAFÍA

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  2. García, Patricia. E-moción. Energía en movimiento. Blog crecimiento personal, enero 2017. Consulta el 24 de enero de 2024. Disponible en https://patriciaoteyza.com/e-mocion-energia-en-movimiento#:~:text=Las%20emociones%20son%20inherentes%20al,necesitamos%20para%20transformarnos%20y%20crecer.
  3. Martínez, Elena. Reprimir las emociones bloquea nuestro hígado. Mejor con salud, julio 2023. Consulta el 21 de enero de 2024. Disponible en https://mejorconsalud.as.com/reprimir-emociones-higado/
  4. Salmerón, Montse. Síntomas de un hígado intoxicado. Blog Barcelona Quiropractic, enero 2023. Consulta el 24 de enero de 2024. Disponible en https://www.barcelonaquiropractic.es/sintomas-de-un-higado-intoxicado/

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