Soy Elena y tengo 87 años. Hace un año me dio un pinzamiento lumbar y me producía inmovilidad y mucho dolor.
Una vecina y amiga mía me dijo que a una compañera de trabajo le había ido muy bien la quiropráctica para sus molestias. Así que hace un año decidí venir a probarlo, y aquí sigo, encantada de haberlo conocido. Ya no tengo dolores y puedo andar, me siento hasta más joven.
Tengo más energía y estoy de mejor humor por no tener dolores.
Pienso que los beneficios de la quiropráctica son buenos porque he mejorado y hay unas chicas muy simpáticas.
Se lo recomiendo a todos tanto que mi hermana vino también.
He mejorado mucho y hay unas chicas muy simpáticas.
Elena, Barcelona, 25 de Abril del 2016