barcelona-quiropractic-blog-alimentos-musculatura

Quiropráctica y el factor químico: Alimentos que ayudan a desarrollar los músculos

Como ya es sabido, en Barcelona Quiropractic tenemos en cuenta, además del factor físico y el mental/emocional, el factor químico. Los tres, de manera conjunta, conforman lo que en quiropráctica denominamos el triángulo de la salud, conformado por estos tres pilares. Es por ello, que hacemos siempre hincapié en la importancia de los nutrientes que ingerimos y en añadir en nuestra dieta complementos que nos ayuden a completar nuestros niveles de ácidos, minerales, proteínas, oligoelementos, etc.

Hoy os vamos a dejar con un listado de alimentos que nos ayudan a desarrollar nuestra musculatura. Y no únicamente a las personas que realizan ejercicio físico de forma regular. En invierno, a causa del frío que siente nuestro cuerpo, tendemos a estar más tensos, sobretodo en la zona alta de la espalda y los hombros. Así que recomendamos algunos alimentos que nos ayudarán, sin duda, a hacer nuestros músculos más flexibles y a fortalecerlos, previniendo futuras contracturas musculares.

¿Qué alimentos tomar para desarrollar nuestra musculatura?

Quinoa. La quinoa es un alimento que aporta a tu dieta una gran cantidad de proteínas (biológicas) e hidratos de carbono. Además contiene lisina y metionina que son unos aminoácidos imprescindibles para el desarrollo de las neuronas y para metabolizar la insulina. La quinoa también aporta al organismo grasas insaturadas, calcio, hierro, fósforo, magnesio y vitaminas B y E.

Café. Normalmente se tacha al café como un alimento a eliminar de las dietas. Pero, lejos de la realidad, dos tacitas de café diarias reducen el dolor muscular en un 45% de los casos después de realizar ejercicio físico.

Almendras. Un alimento que aporta grasas insaturadas (sanas), proteínas vegetales, vitamina B, que ayuda a reponernos después del gasto del metabolismo al realizar ejercicio, y antioxidantes. Su contenido en hierro, calcio y fósforo ayuda a oxigenar los músculos y a transmitir los impulsos nerviosos. Además contienen zinc, potasio y magnesio.

Lentejas. Legumbre que  ayuda a neutralizar los ácidos que producen los músculos al ejercitarse. Además aporta hidratos de carbono y proteínas, zinc y potasio, ácido fólico y es una gran fuente de hierro vegetal que aportar a nuestra dieta.

Acelgas y espinacas. Estos vegetales son especialmente ricos en hierro vegetal, ácido fólico y clorofila, mezcla que ayuda a la formación de glóbulos rojos y mejora el tránsito del oxígeno en la sangre. A más oxígeno llegue a nuestros músculos, más fuerza y resistencia tendrán para llevar a cabo sus funciones.

Pescados. Salmón, sardina, trucha, atún o arenque son una auténtica fuente de ácidos grasos omega-3 y proteínas biológicas de una calidad excelente, a diferencia de la carne animal que contiene altas dosis de grasas saturadas. Estos pescados nos ayudan a ganar masa muscular y a prevenir el dolor y la inflamación de la musculatura y las articulaciones.

Avena. Este cereal, con altos niveles de hidratos de carbono, proteína vegetal y fibra soluble, nos aporta mucha energía, una gran cantidad de aminoácidos y nos ayuda a regular la digestión, ya que es considerado un laxante natural. También regula el colesterol y los triglicéridos, lo que automáticamente da la sensación de saciedad, ayudando también a la pérdida de peso y a regular las grasas del organismo.

Cacao amargo. El chocolate, con un mínimo de un 85% de cacao, tiene un alto efecto antinflamatorio ya que ayuda a reducir el dolor y ayuda a personas con síndrome de Fatiga Crónica a aumentar su energía sin que por ello suban su peso. Otra de las grandes ventajas del cacao es que aumenta la producción de serotonina, encargada de regular, entre otras cosas, el sueño.

Manzanas. Lo mejor es comerlas con piel, ya que es donde guardan la vitamina C antioxidante, las fibras y el ácido ursólico. Éste último ha sido probado en un estudio con ratones con distrofia muscular, demostrándose que al ingerir este ácido, evolucionan mejor, recuperan poco a poco la musculatura y retrasan el efecto de la enfermedad.

Jengibre. Esta raíz, con orígenes orientales, tiene propiedades antiinflamatorias. Tiene una acción de antihistamínico natural y ayuda a prevenir o evita el dolor muscular y articular después de haber trabajado la musculatura.

Yogur. Uno de los alimentos vivos por excelencia ya que contiene bacterias prebióticas que ayudan a repoblar nuestra flora intestinal, digiriendo mejor los alimentos y evitando la hinchazón abdominal. Además de esto, el yogur es muy rico en calcio y proteínas animales de alta calidad para nuestros músculos.

Piña y papaya. Son dos frutas con un alto contenido en enzimas proteolíticas y papaína, ayudando a la digestión de los alimentos proteicos más indigestos como las carnes y nos ayudan a reducir mejor la inflamación muscular después del entrenamiento.

Huevos. Uno de los alimentos más completos al natural por su equilibrio entre nutrientes, vitaminas y minerales.

Alcachofas. Esta hortaliza contiene unas sustancias amargas que aumentan la secreción de la bilis y mejoran la digestión de las grasas. Además promueve el crecimiento de las bifidobacterias y actúa como prebiótico mejorando la flora digestiva.

Té verde. Esta infusión nos ayuda a evitar picoteos y nos hidrata el organismo entre horas. Su contenido en cafeína también ayuda a quemar grasas, mantener la actividad física y estimular la mente para ser más resistente.

Barcelona Quiropractic te invita a que todo tu organismo mejore su rendimiento

Como vemos, no basta con cuidar nuestro cuerpo de forma externa. Es muy importante seguir una dieta saludable, hidratarnos de forma continuada y ayudar a nuestro organismo con los alimentos necesarios para que el cambio venga desde el interior. De esta manera, no solo conseguiremos sentirnos mejor, sino que evitando la ingesta de productos tóxicos y alimentos precocinados, enlatados y elaborados permitimos que toda la energía que nuestro sistema nervioso invierte en nuestro funcionamiento interno, sea para mejorar nuestro rendimiento y no para transformar lo tóxico en orgánico (aumentar la producción de antinflamatorios naturales, por ejemplo). De este modo, toda la energía del impulso nervioso que recibe tu cuerpo con el ajuste vertebral, va destinado a mejorar el funcionamiento de tu organismo y no a hacer continuamente combinaciones químicas para transformar lo no orgánico en orgánico.